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Sí que estaban cambiando las cosas. Yo cada vez entendía menos el mundo en el que me encontraba inmersa. Algo que, por cierto, sigue igual.
La barbarie, lejos de terminarse, resultaba cada vez más irónica. El recién estrenado año comenzaba con una sucesión de atentados contra las tropas soviéticas en Afganistán y, como resultado, 30 afganos acaban asesinados por sus propios compañeros. Ariel Sharon decide dimitir como Ministro de Defensa de Israel. En realidad eso a mí ni me iba ni me venía. Apenas nos habían dejado consultar un mapa del mundo en 38 años. Un grupo terrorista, el IRA, mataba a 6 personas y hería a un centenar en Londres. Una locura. Mientras tanto, “El Imperio del Mal” nos amenazaba a todos según, como no, palabras del presidente del mundo, un tal Ronald Reagan, que lo único que hacía era complicarnos la existencia a todos. Su último invento: un Sistema Estratégico de Defensa, algo que nadie sabía en qué consistía exactamente, no se qué de la “Guerra de las Galaxias”. A saber. Una mujer, de nombre Margaret Thatcher, conseguía una aplastante victoria en las elecciones británicas. Una señora en el poder, algo incomprensible para nosotros, que empezábamos a salir de una dictadura de 40 años.
Por si esto fuera poco, Björn Borg anuncia que dejará de deleitarnos con su magnífico tenis. Después de ganar nada más y nada menos que 5 veces Wimblendon dice que se va, que lo deja todo. Ese día, me acuerdo como si fuera ayer, empezaban a anunciar unas cosas que se llamaban CD. Bueno, en realidad era una voz inglesa, pero que acortaron a CD para que gente como yo lo pudiera entender. Ahora suena a risa, pero entonces nos costó años llegar a utilizarlo. Menos mal que “El equipo A” llegaba a nuestras vidas para mostrarnos el buen camino. Desde que me enganché a esa serie, no sé como explicarlo, pero los astros se alineaban a mi favor, y los planes me salían siempre bien. Me encantaba.
Nuestro país empezaba a salir del pozo sin fondo en el que habíamos vivido durante tanto tiempo. Médicos especializados conseguían con éxito realizar el primer trasplante de hígado y de páncreas. Ya no tendríamos que renunciar al vino del aperitivo. Si nos poníamos enfermos, nos cambiarían el hígado. Bueno, al menos eso era lo que yo pensaba desde mi ignorancia, que no contemplaba las interminables listas de espera de la Seguridad Social. Pero bueno, eso es harina de otro costal.
Luis Buñuel, ese director de cine que hacía cosas tan raras, se moría. Joan Miró también nos decía adiós. Woody Allen estrenaba “Zelig”, yo estudiaba al ritmo de “Sweet Dreams” de Eurythmics y la calidad literaria de nuestro Rafael Alberti se veía reconocida con el Premio Cervantes.
Seguramente habréis echado de menos anécdotas de la movida madrileña, pero es que yo por aquel entonces era una humilde provinciana que nada sabía de esas cosas; nada que ver con lo que me he convertido ahora.
Todo eso pasaba al tiempo que una canción me decía “a cada paso que des te estaré observando”. Desde entonces han pasado 25 años, todo un cuarto de siglo. No sé por qué, pero yo me siento tan joven como entonces. Será el poder de la música.
La barbarie, lejos de terminarse, resultaba cada vez más irónica. El recién estrenado año comenzaba con una sucesión de atentados contra las tropas soviéticas en Afganistán y, como resultado, 30 afganos acaban asesinados por sus propios compañeros. Ariel Sharon decide dimitir como Ministro de Defensa de Israel. En realidad eso a mí ni me iba ni me venía. Apenas nos habían dejado consultar un mapa del mundo en 38 años. Un grupo terrorista, el IRA, mataba a 6 personas y hería a un centenar en Londres. Una locura. Mientras tanto, “El Imperio del Mal” nos amenazaba a todos según, como no, palabras del presidente del mundo, un tal Ronald Reagan, que lo único que hacía era complicarnos la existencia a todos. Su último invento: un Sistema Estratégico de Defensa, algo que nadie sabía en qué consistía exactamente, no se qué de la “Guerra de las Galaxias”. A saber. Una mujer, de nombre Margaret Thatcher, conseguía una aplastante victoria en las elecciones británicas. Una señora en el poder, algo incomprensible para nosotros, que empezábamos a salir de una dictadura de 40 años.
Por si esto fuera poco, Björn Borg anuncia que dejará de deleitarnos con su magnífico tenis. Después de ganar nada más y nada menos que 5 veces Wimblendon dice que se va, que lo deja todo. Ese día, me acuerdo como si fuera ayer, empezaban a anunciar unas cosas que se llamaban CD. Bueno, en realidad era una voz inglesa, pero que acortaron a CD para que gente como yo lo pudiera entender. Ahora suena a risa, pero entonces nos costó años llegar a utilizarlo. Menos mal que “El equipo A” llegaba a nuestras vidas para mostrarnos el buen camino. Desde que me enganché a esa serie, no sé como explicarlo, pero los astros se alineaban a mi favor, y los planes me salían siempre bien. Me encantaba.
Nuestro país empezaba a salir del pozo sin fondo en el que habíamos vivido durante tanto tiempo. Médicos especializados conseguían con éxito realizar el primer trasplante de hígado y de páncreas. Ya no tendríamos que renunciar al vino del aperitivo. Si nos poníamos enfermos, nos cambiarían el hígado. Bueno, al menos eso era lo que yo pensaba desde mi ignorancia, que no contemplaba las interminables listas de espera de la Seguridad Social. Pero bueno, eso es harina de otro costal.
Luis Buñuel, ese director de cine que hacía cosas tan raras, se moría. Joan Miró también nos decía adiós. Woody Allen estrenaba “Zelig”, yo estudiaba al ritmo de “Sweet Dreams” de Eurythmics y la calidad literaria de nuestro Rafael Alberti se veía reconocida con el Premio Cervantes.
Seguramente habréis echado de menos anécdotas de la movida madrileña, pero es que yo por aquel entonces era una humilde provinciana que nada sabía de esas cosas; nada que ver con lo que me he convertido ahora.
Todo eso pasaba al tiempo que una canción me decía “a cada paso que des te estaré observando”. Desde entonces han pasado 25 años, todo un cuarto de siglo. No sé por qué, pero yo me siento tan joven como entonces. Será el poder de la música.
C. Cartes
La Croaca, 4 de junio de 2008
Me gustó mucho, Renacuajo.
ResponderEliminarSólo un par de cosas, creo que hay un error en "Sistema Estratégico de Defensa, algo que no nadie sabía". Lo otro es personal: cuando vi esa letraca pensé que se trataba de algo escrito por la señorita Sally Hayes.
qué grande la recopilación y qué grande la letra que utilizaste, renacuaja
ResponderEliminaraunque yo me tomé la libertad de escuchar la canción después de leer el texto, para disfrutar mejor ambas cosas
:)
Leer tu entrada de hoy al ritmo de Police es simplemente emocionante.
ResponderEliminarMe encanta.
VIVA
ResponderEliminar(me encantan lso 25 años de recopilatorio, pero la letra más) bueno más no pero mucho
25 años despues estamos en el mismo sitio eh??
ResponderEliminarpequeño renacuajo, cuántas cosas hemos vivido en todos esos años.
Me gustó mucho.
Alguien de vosotros me ha felicitado por mi blog. Muchísimas gracias de corazón e igual de interesante me parece lo que escribís.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
JCF
www.arrozamargo.blogspot.com