jueves, 10 de julio de 2008

El G-8 no asume culpas en la crisis de los alimentos

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Léelo escuchando Alibi, porque nos hace falta una buena excusa para explicar la situación de este mundo.


Érase una vez un mundo al revés. Estaba formado por algo más de 6000 millones de personas, de las cuales alrededor de 3000 millones sobrevivían con dos dólares diarios. Una de esas personas moría en alguna parte del mundo cada cuatro segundos, lo que incluía diariamente una suma de 26. 000 niños menores de cinco años.

Mientras 40 países, la mayoría en África y Asia, luchaban contra emergencias alimentarias que necesitaban la ayuda del exterior, la otra parte de este mundo al revés disfrutaba con su sobreexceso de productos. Compraba más de lo que consumía y desechaba unos 20 millones de euros en comida al año, con lo que más de 100 millones de personas se podían alimentar. A nivel global, este mundo en conjunto podía alimentar a 12. 000 millones de personas con el volumen de comida que producía si no fuera porque 37 millones de personas malvivían con salarios miserables y, otros tantos, ni siquiera conocían lo que la palabra “salario” significaba.

El arroz, el maíz y el trigo, base de muchos alimentos, habían visto duplicados sus precios en menos de un año. Esta era la realidad del mundo al revés del siglo XXI, cuya principal dolencia era la hambruna.

Mientras tanto, los representantes del G8 decidían reunirse para tratar de buscar soluciones a este problema. Y no hay mejor manera de hacerlo que celebrando un gran banquete. Ironía a modo de entrante. 25 chefs preparando una lista interminable de platos que suponemos aportarán los nutrientes necesarios para que nuestros dirigentes encuentren las soluciones adecuadas al hambre en el mundo. Dejamos morir a millones de personas de hambre al cabo del día pero, si no le importa, prefiero degustar antes la crema de nécoras para ir abriendo el apetito.


Este loco mundo siguió girando de esta manera durante muchos años. Sin embargo, un día la situación cambió. El final de este cuento os lo contaría, pero prefiero que seamos nosotros quienes lo escribamos y quienes lo adaptemos a la realidad.

Esta vez no es ficción, sino hechos reales sin envase, al natural. Aunque todo esto, desgraciadamente, no es surrealismo.

Renacuajo

La Croaca, 10 de julio de 2008




4 comentarios:

  1. Nahuel!! He visto tu contraportada de hoy de los soldaditos!! Ya te vale
    Avísame cuando seas director para darme un buen puesto eh???

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  2. qué triste todo
    en fin, no estaría yo tan segura de dejar en nuestras manos lo de escribir el final del cuento...

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  3. ¡Se olvidaron de la tarta nupcial!

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  4. Muy bueno.


    Saludos desde tierras galegas.

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