sábado, 31 de mayo de 2008

Cincuenta años con el mismo peinado


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Léelo: imaginándote que tienes el pelo de Fabiola de Bélgica.


Aún le quedaba tiempo hasta que el cochero la llevara a la fiesta.Tomó el collar de perlas del joyero y lo colocó sobre su huesudo cuello. Mientras juntaba detrás de su nuca los dos extremos del collar miró el espejo extrañada. Todo parecía estar en su sitio: los ojos recién pintados, el carmín de los labios aún brillante y la tez ligeramente palidecida por el fino talco cosmético. Pero algo fallaba. Había algo que desentonaba con el aire de cortesana decimonónica que tanto estaba de moda. Su pelo. La larga melena negra azabache, propia de sus genes latinos, oscurecía su mirada y marcaba aún más sus pronunciados pómulos. "Esto hay que solucionarlo". Cogió la pequeña campanilla que había frente al tocador y la agitó con delicadeza. "¡Thomas!". A los quince segundos entraba un hombre de femenina perilla recortada, con unas tijeras y un bote de laca en sus manos. Llevaba esperando ese momento durante varios meses. Sin mediar palabra, Thomas movió con arte su tijera al tiempo que inundaba la cabeza de Fabiola con el pegajoso spray de la laca. Media hora más tarde, la princesa había abandonado la peineta y los ojos negros por la delicadeza y la sofisticación de una futura reina.
Fabiola no quedó satisfecha, pero, al fin y al cabo, "ya crecerá".Cogió su bolso y bajó las escaleras. Diez minutos más tarde ya estaba rodeada de lo más selecto de la aristocracia europea. Todos estaban maravillados con su nuevo look. Excepto ella. Horas más tarde, Fabiola entró descalza en su ropero, con los tacones en las manos y un extraño dolor de cuello. Se desvistió. Se puso el camisón de seda. Fue a su enorme baño. Frente al pequeño espejo del servicio descubrió que efectivamente no le gustaba nada su aspecto. Abrió un grifo. Cogió agua en sus manos. Suavamente comenzó a mojar su pelo. Pero no podía. Su cabello recién cortado permanecía intacto. Ni una gota de agua había impregnado su recogido. Intentó alisar el pelo con la mano, pero era imposible. Desesperada, metió la cabeza bajo el fregadero y observó como su cabellera repelía el agua, que salía disparada hacia los lados. Nada funcionó. Ni las tijeras. Ni las horquillas. Ni siquiera las pelucas. Tirada en los azulejos del baño, con los ojos amoratados de tanto llorar y el suelo lleno de productos para el cabello observó que de entre todas esas exquisiteces de aristócrata mimada, había un alargado bote metálico que brillaba inusitadamente. Andando sobre sus rodillas se acercó hasta el bote y lo tomó entre sus manos. Tenía pegado una etiqueta hecha a mano. Algunas letras tipografiadas en tinta roja descubrieron la horrible tragedia: " Aplicar abundantemente sobre la zona afectada. Recuerde, el tratamiento es irreversible." Dejó caer entre sus dedos el alargado bote metálico y al tiempo aceptó su horrible sino. Era el bote con el que Thomas le había rociado mientras le cortaba y peinaba el pelo. Thomas la había arruinado.Estaba destinada a llevar ese peinado para siempre.

Havié: el Tritón Jaspeado

La Croaca, 31 de mayo de 2008

viernes, 30 de mayo de 2008

México lucha por salvar una lengua que sólo hablan ocho personas



Lee esta entrada sentado en una butaca, a ser posible

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Acto Primero, Escena 1

(Agolpados en la línea que separa el pequeño publado del resto del mundo, periodistas, investigadores y curiosos aguardan impacientes a que el día amanezca y las puertas de las casas se abran)

PERIODISTA: Nos encontramos en Santa María de Ixcatlán, en el estado mexicano de Oaxaca, la cuna del xwja, lenguaje que actualmente hablan tan sólo ocho personas. Tenemos a esos ocho habitantes hoy con nosotros y vamos a preguntarles qué opinan acerca de la insólita pervivencia de su lengua.

(Aparecen en escena ocho hombres y mujeres, menudos, risueños y ataviados con vistosos ropajes. Rozan los ochenta. Un periodista, un cámara y un fotógrafo les asaltan a la puerta de sus casas. Los curiosos cuchichean al fondo)

PERIODISTA: Por fin han salido de sus casas y estamos ante los ocho habitantes que quedan vivos en Santa María de Ixcatlán. (agarra a uno de ellos amistosamente del hombro) Este que aparenta ser el más anciano del poblado nos va a contar algo sobre su peculiar idioma.

(Los ixcatecos callan. Se miran los unos a los otros, desconcertados. No parecen haber entendido nada)

PERIODISTA (confuso pero con un entusiasmo falso en la sonrisa): Señor, esta semana hemos conocido la noticia de que el vuestro, siendo uno de los más antiguos, es un idioma en peligro de extinción ¿Tiene algo que decir acerca de ello? ¿Cómo querría que lo recordaran?

(Los ixcatecos callan. Observan la multitud expectante. Se miran los unos a los otros desconcertados e inquietos)

PERIODISTA (desesperado, arrastra a escena a uno de los investigadores): Inténtalo tú.

INVESTIGADOR (carraspea y dota a su voz de un tono erudito y profundo): Los escasos hablantes y la ínfima evolución semántica, sintáctica y pragmática de su lengua, la sitúan al borde de la lista de idiomas en desuso o lenguas muertas. Ya saben, como bien ha dicho el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, las lenguas mueren por desuso, silencio e indiferencia. ¿Me entiende? ¿Hay algo que quiera decir en favor de la pervivencia de su lengua?

(Los ixcatecos observan la multitud expectante, que da un paso hacia delante a la espera de una respuesta. Los ixcatecos callan)

PERIODISTA (zarandeando a uno de ellos): ¡Maldita sea! ¡Podría cubrir mil historias más suculentas que la vuestra y la de su mierda de lengua. Recorro medio mundo para llegar hasta aquí ¿y no me va a decir ni una sola palabra? Podría estar ganando millones con cualquier otra exclusiva, o incluso probar suerte desplazándome unos pocos kilómetros para encontrarme con otro estúpido poblado como este, con otros ocho estúpidos habitantes y otro estúpido idioma echado a perder!

(Los ixcatecos callan. Una lágrima recorre los octogenarios surcos de sus rostros. La multitud, alarmada, aguarda por fin una respuesta)

PERIODISTA (furioso): ¿Es que no sabe decir ni una sola palabra más que en su insignificante lengua?

(Los ixcatecos callan, se encongen de hombros y hacen mutis por el foro)



Taosalamandra
La Croaca, 30 de mayo de 2008

jueves, 29 de mayo de 2008

"El Congreso rechaza suprimir los símbolos religiosos de las tomas de posesión"


Léelo: con mucha calma y hasta el final

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Nunca he escondido mi afición por la geografía y los mapas, de sobra por todos conocida. Lo siguiente lo digo en serio, y me lo decía siempre mi abuelo, cuando abría el Atlas Everest tercera edición, que guardaba bajo llave en su casa: “Si no puedes entender la historia, mírala”. De mi abuelo heredo esta pasión, que nació en él de su condición de viajero a la fuerza.

En mí es algo inexplicable, y aunque al final haya resultado ser un botarate; lo poco que conozco lo aprendí en aquellas tardes centelleantes de sabiduría, en las que abría el Atlas y lo miraba todo. Tenía un miedo frío al saber, al infinito y al universo. Me dijo mi abuelo una vez: “Vas a ser un sabio, como habría sido mi hermano Eladio, que no aprobó nunca ni la gimnasia pero que antes de morir había leído más que todo el pueblo junto desde la fundación” La nostalgia le hizo daño, como siempre hace. Se calmó un segundo y continuó: “Ahora, debes prometerme que nunca serás político” Se lo prometí, sin saber muy bien a qué venía aquello ni qué era un político exactamente, le prometí con mi mano plantada sobre aquel Atlas Everest tercera edición.

Al recordarle, siento cansancio y una pena fatigosa. Sólo me consuela saber eso de que los muertos no son más que polvo. Murió pocos meses después de decirme aquello y como cualquier serrín, afortunadamente, ni ve lo que soy ni mira lo que hago ni escucha lo que digo. Tuvo una vida perra de mala suerte, siempre estuvo en el canto de un duro que nunca se le volvió cara, ni cruz; solo de viejo, ya por los achaques de la edad, que fueron muchos.

Cuando murió, me quedaban siete mapas por ver: cuatro políticos y tres físicos, de la zona de Oceanía y parte de Asia. El Atlas lo enterraron con él, pues siempre dijo que tras haber vagado por Europa durante años a tientas, sin saber donde estaba ni a donde ir; nunca más volvería a ningún lado sin su querido Atlas, que compró con su decimoséptimo sueldo tras volver a España.

Desde entonces, le tengo fobia a Oceanía, y una aprensión disparatada a perderme en alguna de aquellas islas. La semana que viene, viajo a Australia a entrevistarme con mi homólogo en funciones, el ministro de relaciones internacionales Charles Downer. Creo que voy a dimitir. Ya ni me queda el consuelo de poder prometer mi cargo ante un Atlas Everest tercera edición. Yo prometería, si pudiera y me dejasen, incluso juraría, ante el Atlas Everest tercera edición de mi abuelo. Para mí, más sagrado que cualquier superventas caído del cielo.

Nahuel

La Croaca, 29 de Mayo de 2008

miércoles, 28 de mayo de 2008

"Venezuela lanza un satélite para expandir el socialismo"

Enlace ala noticia aquí.


Léalo escuchando Alma llanera


Hoy dijo Hugo, ese hombre gordo y sesudo que vive allá arriba de la subida, donde la Casona, al sur del Aeropuerto Francisco, dijo con su papada rolliza, que había construido un satélite – con el nombre de Simón Bolívar-, que lanzaría directamente desde la China, es bien tarado este Hugo, si en realidad a nadie le gusta demasiado, ni a los vecinos siquiera, hasta hay algunos que lo llaman demonio, Dios les ayude eso está feo, aunque si que es verdad que allá por la Casona huele a veces a azufre pero eso es porque Hugo es un tarado y la verdad es que ahora a la gente le dio por decir que lo del espacio es un gasto tonto, que tendría que ponerse a otra cosa, pero Hugo se defiende, qué se creen, dijo que la máquina costará sólo 241 millones de dólares, con lo que yo, María Frías, me compraría 120.000.000.000 de antibióticos para mi pierna, que está enferma desde que me mordió aquel sapo cuaima, ai Dios mío, menos mal que servirá la máquina esa para expandir el socialismo, y qué contento estaría Bolívar, bien orgulloso estaría de Hugo, del satélite y de que a mi me doliese la pierna, que aquí lo que decimos es que lo que mande Hugo está bien hecho, que lo importante, sabemos todos, es mandar cohetes arriba, a expandir el socialismo.

Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos” Simón Bolívar.


Sally Hayes o María Frías.


La Croaca, 28 de mayo, 2008.

martes, 27 de mayo de 2008

La Junta de Myanmar saca adelante su referéndum en las zonas del desastre

Léela con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la mano y como si taosalamandra no hubiera escrito sobre la misma realidad.

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15 años, 1,70 cm, tez oscura y ojos negros. Eso que los occidentales calificaríamos “de atractivo exótico”. Su situación, quizás no tanto. Ha perdido a sus padres, sus hermanos están desaparecidos y su casa forma parte de los escombros. Por si esto fuera poco, los militares del gobierno han estado más preocupados estos últimos días de sacar adelante la polémica consulta que de la catástrofe que ha asolado la vida de millones de personas. Ah! Tiene nombre propio pero, que más nos da, si para nosotros no es más que uno de esos muchos que provocan que cambiemos de canal cuando aparecen en un vídeo del telediario. Claro, es que no estamos para miserias humanas. Con lo nuestro tenemos bastante.

Dolor, desesperación, impotencia y una lista que se podría alargar eternamente hasta fundirse con la línea del horizonte.

Myanmar, la antigua Birmania, contempla cómo las cifras bailan constantemente y, lo que es peor, siempre en aumento. El secretismo que mantiene la dictadura impide la transmisión de datos. Se habla de 25. 000 muertos y el doble de desaparecidos. Muchas vidas se han perdido tras las primeras horas del desastre, que eran de especial relevancia para ayudar a los atrapados bajo los escombros.
Es uno de los países más pobres y sufre el mal del tercer mundo: riqueza de recursos económicos echada a perder por la mala gestión de las autoridades, más preocupadas por mantener un régimen represivo y arcaico. Sus víctimas soportan una inflación anual del 35 % que tienen que afrontar con un dólar al día.
Un millón y medio de birmanos ha vuelto a nacer tras sobrevivir al devastador efecto del ciclón pero, lejos de poder alegrarse, su impotencia aumenta a cada minuto al ver cómo los militares saquean las pertenencias que encuentran en los cadáveres de sus familiares. Los soldados tienen armas; la población, miedo. El país está aislado y las comunicaciones con el exterior son una utopía.

La Junta Militar acepta la llegada de ayuda internacional, eso sí, siempre y cuando sean los militares quienes la administren. En pleno siglo XXI, un gobierno formado en 1962 no sólo ha mantenido bajo la más dura represión y la extrema pobreza a todos los habitantes de un país, sino que se niega a salvar vidas o socorrer a las víctimas de un ciclón. No les advirtieron, no evacuaron las zonas que corrían el riesgo de sufrir las consecuencias de este desastre cuando pudieron y ahora, a la vez que amontonan los sacos de víveres- llegados en primer lugar de Tailandia y China, por eso de que son países “amigos” del régimen birmano- se ocupan de desarrollar la línea política adecuada que mantenga a la dictadura en el poder el máximo tiempo posible. Entre una gestión y otra desalojan a los vecinos de sus casas con la excusa de comprobar el estado de los inmuebles; el objetivo real, llevarse todo lo que encuentren a su paso.
Semanas después del desastre, la Junta Militar se niega a aplazar un referéndum y convoca a las urnas a la población; no a toda, pues un tercio se debate entre la vida y la muerte. Mientras tanto, los del primer mundo nos compadecemos de ellos, rezamos para que nunca nos pase lo mismo a nosotros y pasamos impasibles las páginas de internacional del periódico con la excusa de que las imágenes de lo ocurrido pueden dañar nuestra sensibilidad.
Sus miles de exiliados políticos consiguieron huir de uno de los gobiernos más corruptos del mundo y lloran ahora a quienes se han quedado bajo las aguas. Expertos de la Cruz Roja y ACNUR han sido enviados a la zona afectada. Los primeros intentarán que las ayudas desbloqueadas por la federación internacional vean la luz y los segundos, por su parte, lucharán por atender a los refugiados que, desgraciadamente, van camino de convertirse en uno de los colectivos más numerosos.

Los alimentos escasean, los precios están por las nubes, el número de muertos crece sin parar y, lo peor, hace falta que ocurran catástrofes de esta índole para que Occidente reaccione. La gente que habita los países menos desarrollados del mundo ha tenido la desgracia de vivir desde finales del siglo XIX subyugados por las ansias de los imperios coloniales que, una vez rendidos, dejan estos países viviendo en la anarquía que ellos mismos se habían encargado de sembrar. Jamás podremos paliar el daño hecho pero, al menos, ayudémoslos a salir de la miseria y la desolación.

Aunque simplemente sea por aliviar nuestras conciencias.

Por nosotros.

Por Asha. Así se llama.

Renacuajo

La Croaca, 27 de mayo de 2008

lunes, 26 de mayo de 2008

Eurovisión no baila el "Chiki-chiki"

Lee esta entrada, llora, desahógate, y después, para animarte (o rematarte) escucha el Lalalá de Massiel.

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En ese baño destartalado, recuerdo de la Serbia de Milosévic, unos azulejos blancos devolvían hasta la bañera la luz parpadeante de un tubo fluorescente. Rodolfo, sumergido hasta el cuello entre espuma y sales, prácticamente no veía; su peculiar flequillo, mojado, se había desmoronado sobre sus ojos. El cantante mantenía en alto sus brazos, que sostenían temblorosos, fuera del agua, a su eterna amiga Luciana.

Había fallado. Llegó a convencerse de que ganarían, él y Luciana, Luciana y él. ¿Cómo pudo estar tan ciego? Siempre confió en que su bailarina, aunque tan torpe en los ensayos, conseguiría esta vez, gracias al apoyo del público, mantenerse en pie y no enseñar las bragas. Pero se cayó, como de costumbre, y todos le vieron el pompis. La gente les abucheó malvadamente. Les silbaron. Les insultaron en idiomas ininteligibles. Ningún país les votó como favorito. Sí, bueno, Andorra, pero…

Las sales picaban, las lágrimas desbordaban la bañera y los pelos abatidos sobre su cara desenfocaban más aún su visión de la escena. Chiquilicuatre cerró los ojos. Luciana y él, él y Luciana, darían fin a esa eterna vergüenza. Saldarían su deuda con España. No dejaría ninguna carta de adiós, nunca supo escribir. Lo sentía por Buenafuente, él sí le había querido. Las pilas alcalinas Duracell de Luci, mezcladas con la espumosa agua de esa estrecha bañera, descargarían la tensión suficiente para dar eterno descanso a los dos artistas. En esos dramáticos momentos Rodolfo se horrorizó al tararear, durante unos segundos, de forma inconsciente pero absolutamente clara, el estribillo del Lalalá. No pudo aguantar más: aflojó las manos y dejó que Luciana se hundiera poco a poco en la espuma...

Henryque

La Croaca, 26 de mayo de 2008

domingo, 25 de mayo de 2008

A la caza del 'shangaan'


Lee esta entrada escuchando: Air- Run
Y luego corre .
Fuente original: A la caza del 'shangaan'

(Tiene los ojos hundidos en unos mofletes llenos del sudor y odio. Una mirada anfibia que te recorre de abajo arriba. Lleva bigote. Lo cuida. Todos los días lo perfila para que su frondosidad y estilo recuerden a aquellos años en los que sí mandaban los valores. El cuello del polo impecable, salvo por los restos de caspa que se confunden con el blanco lavado a mano de su señora. El primer botón del polo desabrochado deja entrever los pelos rizados que emanan de su pecho, también pulverizado por partículas de caspa. La barriga nos evoca el buen jamón, y los buenos banquetes. Hay mucho dinero en ese estómago. Antes de llegar al ombligo se vislumbra la hebilla del cinturón marrón con rombos verdes que evitan la caída de su barriga. Unos pantalones de pana hacen de puente entre el mundo y los testículos, esos que no olvida colocarse para darle firmeza a sus pasos. El bolsillo trasero guarda, junto a su imagen del cautivo, los cinco o seis billetes de cien euros con los que acude al estanco a por sus puros. No lleva cartera, porque entonces no se vería el color de sus vergüenzas. Unos ejecutivos permiten que el pie se deslice por el hueco de sus náuticos.

Compra el periódico todas las mañanas, aunque hace tiempo que no se siente a gusto con un diario. Ya sólo se preocupan por nimiedades: negros y maricones. Le compra el pan a la Lola, esa de las tetas enormes. Se toma su cerveza en el bar de Juan, con el que ha ganado muchas Champions. De repente suelta la cerveza y escupe. Cómo le ha podido fallar Juan. Ya no se puede sentir en su país ni en el bar de siempre. ¡Ni Hassin ni hostias! ¡Yo no bebo de una jarra donde haya puesto los dedos un negrata! ¡Sólo vienen a robarnos y a quitarnos nuestro trabajo!)


La Croaca, 25 de mayo de 2008

sábado, 24 de mayo de 2008

Un hombre mata a su ex mujer 24 horas después de firmar el divorcio

Lee esta entrada a la vez que esta canción, y luego fúmate un piti.

Sólo tenía una cicatriz de cuando un mastín le mordió la mano izquierda en el año 82 y de toda la vida que pasó en Sabadell podía contar con cinco momentos felices (entre ellos la bala que tumbó en siete segundos a un ciervo). Vestía mal, era de esos hombres que llevan jersey marrón y pantalones oscuros de los que no dejan ver la suciedad después de ocho meses. De cabeza negra canosa, pronunciadas entradas y peinado hacia delante, las tijeras habían pasado unas doscientas veintisiete veces por su pelo y podía presumir de haber leído unos cuarenta libros. Ni pocos ni demasiados; justos. Exactamente fueron esos. Los necesarios durante 53 años (empezó con 8) para aprender a situar correctamente puntos, comas y la combinación de ambos a la vez para, más tarde, poder mezclarlos libremente con exclamaciones, sustantivos, verbos, perífrasis y todo lo necesario para pegar el pelotazo: las trescientas cuarenta páginas de un best-seller que tenía en la cabeza y la creencia de que un escritor se hace y no nace.

Ayer justo había tachado el último punto de las reglas no escritas y cosas por aprender que arrastraba en su cabeza. Le llegó la hora de pagar el último plazo y hacerse con una máquina de escribir Olivetti Lexicon 80. Monstruosa, grisácea y con teclado frágil.

De camino a casa vio como Rosa se estaba dando aproximadamente los 5 dedos de una mano con otro hombre. A lo que Manuel escribió dieciséis palabras y estrenó la máquina de escribir con una nota de suicidio.

Esto sí que es un final feliz.

viernes, 23 de mayo de 2008

La cuarta entrega de Indiana Jones se estrenó ayer en salas de todo el mundo

Lee esta entrada: Pensando que John Williams jamás compuso la sintonía de Indiana Jones

Maui, 1977

- Hey tío, ¿qué tal?
- Pues nada, aquí, descansando un poco. Ya no podía con más estrenos, fiestas, entrevistas y frikis persiguiéndome por la calle.
- ¿Frikis?
- Sí, verás, dentro de unos años todos esos niños que han ido a ver mi película al cine se van a convertir en gente de sociabilidad limitada que sólo hablará sobre galaxias y clones, como los de mi guerra de estrellas.
- Veo que te sobra modestia.
- La gente como nosotros ni puede ni debe ser modesta.
- Puede ser.
- Y tú, ¿cómo andas?
- Pues jodido, la verdad. Creo que no puedo encajar el fracaso.
- Hombre, Stevie, se te fue un poco la olla con 1941.
- Ya. No sé… pensé que a la gente le haría gracia. Supongo que volveré al estilo Tiburón.
- ¡Anda! ¿Es que ya tienes proyecto nuevo?
- No es exactamente un proyecto. Desde hace unos años llevo rondando la idea de hacer alguna serie de películas sobre espías, en plan James Bond.
- No, por Dios, Stevie. A nadie le interesan ya los espías británicos. Yo tengo algo mejor en mente. Algo más americano, más bruto. No sé, algo del estilo de los seriales de los 30.
- Pero, ¿de espías? ¿de polis? ¿bomberos?
- No. Jajaja. No, que va. Estaba más bien pensando en las aventuras de un arqueólogo.
- ¿Arqueólogo? A ti se te ha ido la pinza con tanta lucecita galáctica.
- No, no. Imagínate. Un arqueólogo, catedrático de universidad que en su tiempo libre se dedica a descubrir tesoros ocultos.
- ¿A ti no te han enseñado eso de la tensión dramática? ¿Qué clase de enemigos puede tener un arqueólogo?
- Nazis.
- ¿¡¡¡Nazis!!? Tú estás p’allá.
- Piénsalo Stevie. Situamos a nuestro héroe en los años 30. Los nazis están ultimando su llegada al poder y necesitan algún tesoro poderoso, sobrenatural que les de la posibi…
- ¿Sobrenatural? Mira, esto no tiene ni pies ni cabeza. Es la idea más estúpida que he oído en mi vida.
- Vale. Como quieras. Siempre podrás hacer, no sé, un documental sobre campos de concentración que tanto te gustan.
- ¡Por ahí no paso, George! Puedes reírte de mis películas si quieres, pero no consiento que insultes a mi pueblo.
- Tranquilo Stevie, tómate otra birra. Ahora recapacita. Lo tenemos todo: aventura, acción, trama política e incluso podemos incluir algo de humor. Sólo nos falto algo… un actor.
- Hombre, yo puedo hablar con Richard Gere.
- ¿Richard Gere? Y ese quién coño es.
- Ha salido en alguna que otra película, pero parece que…
- No, no. Necesitamos a alguien conocido. Alguien como Harrison Ford.
- ¿Han Solo? Mira George. Me halaga que me propongas algo para hacer juntos, además justo después de tu reciente éxito… pero esto parece más bien un proyecto para ti en solitario.
- No, no. Yo sólo pongo el dinero y aparezco en los créditos como inventor de la historia.
- No sé, George, no me termina de convencer.
- Vamos a ganar mucha pasta, Stevie. Tu futuro como director independiente podrá verse cumplido. Jamás tendrás que renunciar a tus principios cinematográficos por ganar dinero…
- Vale, y por cierto ¿cómo se va a llamar el protagonista?
- Jones. Indiana Jones.
- ¿Indiana? ¿Por el Estado?
- No, no. Por su perro.

La Croaca, 23 de mayo de 2008
Havie

jueves, 22 de mayo de 2008

La paranoia es ley en Myanmar


Lee esta entrada: justo después de mirar la imagen

Como cuando en Macondo comenzó la insaciable lluvia y no cesó en cuatro años, el aguacero cayó con la misma intensidad pero en apenas pocos días, esta vez sin mariposas amarillas ni gitanos redentores.
Antes de ver los cimientos de la casa ahogados en el lodo, antes incluso de ver a los niños acarrear enormes cubos de agua turbia, con los pies de plomo en el barrizal, alguien arrancó la puerta de las visagras, invadiéndome y alentando aún más mi confusión. Llevaba traje, lo recuerdo bien, no llevaba armas y hacía alarde de una severidad casi militar. Maniatado y amordazado, me relegó al último rincón del sótano, justo después de arrancarme los ojos para que a partir de entonces no pudiera ver lo que realmente sucedería, y para que cuando me viesen no supieran a donde mirar.
Mudo y ciego, quedé condenado al tormento de escuchar el llanto de mi pueblo despojado del último resquicio de vida. ¿Acaso nadie iba a acudir en su ayuda? Al otro lado de la puerta mi verdugo lidiaba su lucha consigo mismo, sin dejar de hablar de un tal Nargis e incluyendo rotundas negativas tras el nombre, lo que me dejaba vislumbrar que jamás me liberaría de mi soga bien tensa al rededor del cuello. Cuando el señor trajeado se rindió llegaron por fin ellos. Ya no había nada más que salvar a parte del horror de la tragedia.


La Croaca, martes 22 de mayo de 2008
taosalamandra

miércoles, 21 de mayo de 2008

Fraga: ‘Gallardón llevará al PP al centro reformista’.

Léelo: escuchando el himno del pp by Dj Mariano Resident o en su versión tradicional

Enlace a la noticia

En el primer día de parvulitos, en una clase abarrotada de crías de orangután que no saben comportarse, el mocoso que llora sobre la teta de su maestra ya rancia, berreando porque le gustaría estar tragando aún de la de su madre, no soy yo, su apellido es Zaplana. Antes, un pipiolo ennatado con rizos de oro, un tal Mariano, hermano del otro y que tampoco soy yo, se agarró de ella pellizcándole del faldón que estrenaba y le vomitó encima ¡Qué nausea asquerosa! ¡La pobre José María! ¡Qué injusticia! ¡No se les puede dejar solos, a estos críos! Se trata de la ignorancia y los malditos, yo prometo extinguirlos. ¡Qué injusticia! ¡Qué asco! Y los siete niños que le siguen en la arcada porque no pueden reprimir su envidia ni sus ganas de llamar la atención. ¡Mundo de envidiosos!

Tampoco soy la niña autista a la que se le cae la baba ennegrecida por un bollo de chocolate que otro monstruillo, que por supuesto no soy yo, acaba de meterle en la boca. Soy el primero en compadecerme de ella. Esa acción viola los derechos humanos. Bendita sea su pena, pero éste no es tu lugar mi cielo ¡Pobrecilla endemoniada! ¡Qué injusticia! Y el bollo cayéndose. ¡Qué asco! ¡Qué pena! Se trata de los malditos, yo prometo extinguirlos. Malditos, como los otros tres que se ríen de ella, de los que no formo parte, ni pensarlo. ¡Pecadores! ¿Qué esconderán bajo el pantalón? ¡Cerdos! No toquéis a mi Esperanza. No irán al cielo. Ella, que es buena, si no se deja penetrar sí irá al cielo. A cada uno, digamos, le corresponde su lugar en el cielo y en la tierra. Y en el cielo hay un rincón maravilloso para los tontos. Ella, la niña tonta, mira a otro compañero fosilizada, en realidad sin fijar sobre él ni un poco de su atención, la pobre niña autista, la pobre Esperanza. Éste viste un traje y corbatín y gafas, el pringado de la clase ¡Dios le proteja! Le van a dar por culo toda su vida. Tiene tres años y ya calza gafas. Deja su maletín sobre la mesa. No suelta sin embargo un ejemplar de la constitución, lo mira con su cara de palomino, se sienta, abre su librillo y comienza a leerlo. Es el mejor de la clase pero ninguno le quiere ¡Qué pene! Se llama Alberto, hijo del matrimonio Ruiz Gallardón. Pero, un momento. Ese niño sí soy yo, disculpen:

“Yo, Alberto Ruiz Gallardón, visto un traje y corbatín y gafas, soy el pringado de la clase ¡Dios me proteja! Me van a dar por culo toda mi vida y añado: cumpliré los dieciocho sin saber lo que es la sodomía. Tengo tres años y ya calzo gafas y uso un maletín, que dejo encima de la mesa. No suelto mi ejemplar de la constitución porque un día juraré ante el rey defenderla, la miro con mi cara de palomino, que yo ya tengo y que se le queda a quien folla con la luz apagada. Me siento, abro mi librillo y comienzo a leerlo. Soy el mejor de la clase pero nadie me quiere. ¿Qué pene? Nadie me hace caso, incluso la puta autista es más popular que yo. Sólo la profesora arrugada me quiere un poco, que deja a Eduardito y viene a mi lado, acaricia mi nuca y me dice:

- Albertito, tu llevarás el PP al centro reformista.

- Pues menuda mierda, yo quiero ser presidente.

- Ya cariño, pero ahora está Mariano.

Lloro desconsolado, no es justo, soy el mejor, no es justo y le chupo el pecho a Don Manuel Fraga Iribarne, que me consuela complaciente. Al fin y al cabo sólo soy un niño.

La Croaca, Miercoles 21 de Mayo de 2008.

Nahuel y Otras.

Manifiesto Anfibiótico

Juramos que nos someteremos a las reglas siguientes, establecidas y confirmadas por:

  1. Anfibióticos será un género literario híbrido
  2. Todo lo aquí escrito estará envasado en hechos verdaderos
  3. No distinguiremos entre verdades y mentiras
  4. Nosotros pondremos las condiciones de la dosis
  5. Tendremos estrecha convivencia con la figura del doble
  6. Siempre agradeceremos sus denuncias ante la justicia
  7. Contagiaremos la enfermedad de las ranas locas anfibiopatía espongiforme
  8. Os trataremos como a nuestros propios renacuajos
  9. Tenemos ánimo. Siempre
  10. Croac

Así pronunciamos nuestro voto.

La Croaca, Martes 20 de mayo de 2008

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