martes, 12 de mayo de 2009

El cine español, con la República Saharaui


Enlace a la noticia aquí.

"Todo hombre tiene derecho a vivir en libertad, incluso el que camina descalzo sobre la ardiente arena"


Léelo escuchándoles

Hace 33 años fueron expulsados de sus territorios, y enviados a una parte del Sahara llamada la Hamada (el infierno). El objetivo de Marruecos: que los saharauis no sobreviviesen ni un solo día.
Desde entonces, la fuerza y la valentía de Man, Kedna, Kafia, Walad... han plantado cara a unas condiciones climatológicas inhumanas y a unas condiciones de vida miserables, sacándoles adelante. España, principal responsable del territorio y de las consecuencias de una desconolonización desastrosa, permitió que Marruecos expulsara de sus territorios a todos los saharauis, convertidos ahora en refugiados de guerra. En total, 200. 000 personas que se levantan cada día aferrándose a un halo de esperanza: el del retorno.


Viven en haimas, construcciones de barro y adobe, sin luz eléctrica y todas sus pertenencias son algunos cacharros de cocina, su preciado kit de té y las fotos de los niños saharauis durante sus veranos en España. Si el año no ha sido mal del todo, guardan el agua de la lluvia en pozos, que les permiten disponer de algo más de un cubo de agua diaria. No es potable, tiene un alto grado de arena que les come y estropea los dientes. Ellos te acogen, comparten sus escasos víveres contigo y se disculpan por no tener suficiente comida.

Cuba y Argelia becan a los jóvenes saharauis para que puedan formarse académicamente. Hay tres cosas que los refugiados no pueden olvidar: la solidaridad de los pueblos cubano, argelino y español. Las asociaciones de las comunidades autónomas españolas consiguen enviar vehículos y camiones para el desplazamiento de la población, no así el gobierno central de España, que prefiere seguir financiando los más de cinco millones de minas anti persona que recorren los 2. 300 kilómetros del muro que separan Marruecos y el Sahara Occidental. Es el muro de la vergüenza, construido en los años ochenta, es el más largo del mundo, aunque no se hable de él, y frente a él se suceden continuamente marchas pacíficas del pueblo saharaui. Los más jóvenes, impotentes ante la situación de injusticia en la que se encuentran sus familias, no dudan en acercarse a la frontera armada. El resultado: amputación de miembros y muertes provocadas por las minas antipersona, las mismas que España vende a Marruecos para matar a los saharauis, españoles de nacionalidad años atrás y de corazón en el presente. Francia, principal guardaespaldas de Marruecos, se opone a la vigilancia de los derechos humanos en los campamentos de refugiados saharauis. Quizás comprendamos algo mejor todo esto si pensamos en que el Sahara tiene bajo su arena el yacimiento de fosfato más imporante del mundo. Libertad, igualdad, fraternidad teñidas de la sangre de las víctimas de sus intereses comerciales.






La República árabe saharaui democrática, reconocida por 45 estados, no así el de los europeos (ni siquiera España). Los saharauis, cuyo arsenal armamentístico puede resultar ridículo al lado del de Marruecos, no descartan la idea de una guerra: “perseguiremos nuestro sueño aunque nos cueste la vida”.

Muchas familias quedaron divididas a raíz del levantamiento del muro de la vergüenza. Los de la parte occidental luchan por no asentarse de manera definitiva; los que se quedaron en Marruecos, son sometidos a torturas, detenciones ilegales o simplemente desaparecen. La comunidad internacional vuelve la espalda. Cincuenta resoluciones que aprueban la celebración de un referéndum nacional completamente postergadas en el olvido. Marruecos y países occidentales lo impiden. Nuestra responsabilidad: conocer el problema y transmitirlo.

Esta incansable lucha no distingue de generaciones. Después de más de 33 años de sufrimiento y olvido, hoy más que nunca, debemos alzar la voz: “Por un Sáhara libre, sin muros ni minas”.


Cristina Cartes

La Croaca, París, 11 de mayo de 2009





5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. anfibioticos por la causa saharaui, con corresponsal enviada. vamos ganand en recursos, pero no en numero de actualizaciones eh??

    pd. yon pensaba k esta entrada la habia escrito sahara paz

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  3. cuanto has pensado para ese juego de palabras?

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  4. Muy interesante y bien contado. La verdad es que es una vergüenza cómo nos hemos desentendido de nuestras responsabilidades en el Sáhara. De hecho, te mando al mail la plasta de trabajo (17pags) que hice sobre el tema hace poco. (pero no es obligatorio leerlo, trnqi xD)

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